Del 21 de noviembre al 8 de diciembre se realizó una delegación de la Red solidaria independiente europea “HondurasDelegation”. La Red se formó un año después del golpe de Estado de 2009. La 5º misión de la HondurasDelegation se ha enfocado especialmente en los impactos de la economía neoliberal global hacia las comunidades indígenas y movimientos sociales.  
El objetivo de este informe es difundir
 la situación de los Derechos Humanos de Honduras  en diferentes medios 
de comunicación y presentarlo ante el Parlamento Europeo y otros 
organismos nacionales e internacionales. Visitamos en la zona central y 
norte del país alrededor de 18  diferentes organizaciones, como por 
ejemplo Casa Alianza, Asociación ARCOIRIS, COFADEH (Comité de Familiares
 de Detenidos Desaparecidos de Honduras), para conocer la coyuntura políticosocial actual y los desafíos que enfrentan.  
En el transcurso del viaje nos reunimos en el departamento de Colón con comunidades Garífunas organizadas en OFRANEH, comunidades Tolupanes
 del departamento de Yoro coordinadas con MADJ (Movimiento Amplio 
Dignidad y Justicia) y comunidades Lencas de la organización COPINH 
(Consejo Cívico de Organizaciones Indígenas y Populares de Honduras), en
 el departamento de Intibucá.  
En nuestra visita hemos
 identificado dos constantes que afectan a la mayor parte de las 
organizaciones que visitamos y que traen como consecuencia la reducción 
de espacios para los actores de articulación políticosocial.  
• Impactos locales de la economía neoliberal global a través de inversiones de capital multinacional.  
Los casos mas
 emblemáticos que enfrentan las comunidades visitadas en la Bahía 
Trujillo,  son las inversiones turístico-residenciales (mayoría de 
capital Canadiense), la instalación de una refinería de petroleo
 en territorios Garífunas y la implementación de ZEDE (Zonas de Empleo y
 Desarrollo Económico), mejor conocidas como “ciudades modelo”. El 
impacto directo que  causan estos proyectos es la usurpación de las 
tierras comunales del pueblo Garífuna, que significa el desalojo forzado
 y la desaparición de sus comunidades.  
En el departamento de Yoro, las comunidades Tolupanes de la tribu de San Francisco de Locomapa
 sufren las consecuencias de la explotación ilegal de sus bosques por 
empresas madereras  y la extracción clandestina de yacimientos de 
Antimonio por empresarios mineros. Por el hecho de oponerse a estas 
prácticas 17 indígenas tolupanes han sido asesinados.  
La
 construcción de la hidroeléctrica Agua Zarca por la empresa DESA 
(Desarrollo Energéticos s.a.) eliminaría las tierras fértiles y 
restringiría el acceso al río amenazando la supervivencia  de las 
comunidades  de Rio Blanco. El
 proyecto está financiado por el FMO (Banco holandés de desarrollo), la 
Institución financiera finlandesa FINNFUND y el BCIE (Banco 
Centroamericano de Integración Económica). Voith-Hydro,
 la empresa alemana cuyo mayor accionista es Siemens, entregará las 
turbinas al proyecto. La imposición de Agua Zarca sin una consulta 
previa, libre e informada, ha roto el tejido social de las comunidades, 
incrementando los niveles de violencia por parte de policía, militares, 
seguridad privada y sicarios. Las comunidades afectadas que se oponen al
 proyecto han sufrido  persecución, intentos de asesinato, amenazas de 
muerte contra lxs defensorxs
 y sus familias. Varios Lencas como el líder indígena Tomas García 
(2013) y la coordinadora de COPINH Berta Cáceres (2016) fueron asesinadxs. La mayoría de estos actos han quedado impunes.  
• Difamación sistemática y criminalización de periodistas y defensorxs de Derechos Humanos.  
Representantes
 de las organizaciones visitadas nos revelaron la constante intimidación
 y criminalización por su trabajo. Por tal razón corren graves riesgos 
que afectan a su vida diaria por su desempeño público en la defensa de 
los Derechos Humanos. Muchos de ellos se ven obligados a vivir escondidos,
 cambiar de residencia periódicamente, alternar las rutas de 
desplazamiento cotidianas debido a secuestros, robos selectivos a sus 
oficinas, atentados directos y torturas.  
Se genera un ambiente hostil y miedo a expresarse
 libremente en público. Diferentes medios de comunicación y 
declaraciones de funcionarios del gobierno han sido participes de 
campañas de difamación contra organizaciones e individuos.  
Tomamos testimonio de la criminalización contra comunidades Indígenas y Garifunas
 que participan en procesos de recuperación y defensa de su territorio 
ancestral. Durante el recorrido hemos contemplado una sociedad civil 
organizada, comprometida con la población vulnerable en la lucha y en la
 construcción por una sociedad justa, democrática, abierta y 
transparente.  
Compartimos
 su perspectiva de una sociedad plural inclusiva donde todos los actores
 de la sociedad civil actúen y se expresen libremente; una sociedad 
libre de violencia que convive en interculturalidad, que cultiva el 
diálogo, espacios creativos y abiertos.  
Por ese motivo exigimos al Estado Hondureño:  
• La plena aplicación del Convenio 169 de la OIT que honduras
 ratificó en 1995, tomando en cuenta las propuestas de las comunidades 
indígenas respecto a su reconocimiento sobre los títulos ancestrales y 
el respeto incondicional a la autonomía que conduce a una economía 
sustentable, desde la cosmovisión y propio concepto de desarrollo de las
 comunidades indígenas y Garífunas. 
 • Parar
 la constante difamación y criminalización por parte de instituciones y 
funcionarios del Estado contra el movimiento social y pueblos 
originarios por el motivo de defender sus derechos. Cese inminente de la
 persecución contra las comunidades organizadas que buscan a través de 
acciones de recuperación territorial, garantizar su existencia.  
• Cumplimiento
 pleno de las medidas de protección otorgadas por la CIDH (Comisión 
Interamericana de Derechos Humanos) para defensoras y defensores de 
Derechos Humanos en consenso y según las necesidades especificas de las personas a quienes se les otorgaron las medidas.  
• Hacer cumplir la reciente Ley de Protección para lxs Defensorxs de Derechos Humanos, Periodistas,  Comunicadorxs Sociales y Operadorxs de Justicia (2015). 
 • No aprobar el Articulo
 20 del nuevo Código Penal, a través del cual se crea la figura del 
delito de “usurpación de aguas”, que considera a comunidades y personas 
defensoras de los ríos como criminales.   
• Permitir
 e instaurar una comisión internacional independiente que investigue el 
asesinato de Berta Cáceres con el fin de encontrar y castigar los 
responsables intelectuales del asesinato.  
Además exigimos a los organismos internacionales:  
• Detener
 las inversiones extranjeras que causan violaciones de Derechos Humanos,
 destruyen el medio ambiente  e ignoran convenios internacionales. 
 • Cuestionar
 la cooperación internacional en favor de una política coherente con el 
respeto a los Derechos Humanos por parte de la Unión Europea.  
• No
 financiar instituciones del Estado hondureño que tienen un largo 
antecedente de negligencia e impunidad. Como por ejemplo el programa 
“EUROJUSTICIA” de la Unión Europea, el cual otorga grandes cantidades de
 dinero a un sistema de justicia altamente contovertido.  
• Crear
 espacios y fomentar diálogos ínter-institucionales en todo el país, 
entre sectores gubernamentales y la sociedad civil hondureña.  
HondurasDelegation Tegucigalpa (Honduras) 9 de diciembre 2016 
 
 
