Por Giorgio Trucchi - Rel-UITA*
http://www.rel-uita.org/agricultura/palma_africana/con_juan_ramon_chinchilla.htm
Tras haber logrado escapar de sus secuestradores y todavía agotado física 
y psicológicamente por la experiencia límite vivida en las últimas 48 
horas, el dirigente campesino del Movimiento Unificado Campesino del Aguán 
(MUCA) y del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP), Juan Ramón 
Chinchilla, accedió a hablar desde algún lugar de Honduras con Sirel. 
*-¿Puedes relatar cómo fue que te secuestraron?* 
-En la tarde del sábado 8 de enero fui a visitar a unos amigos en un centro 
comercial. Saliendo de allí me dirigí en mi motocicleta hacia la comunidad 
de La Concepción, pero me percaté de que me venían siguiendo. Casi 
llegando a La Concepción me topé con un carro atravesado en la carretera. 
Fue en ese momento cuando me di cuenta de que entre las palmeras había 
gente que me estaba apuntando con armas. 
* 
-¿Qué pasó después?* 
-Me detuve y dejé caer la motocicleta al suelo. Varios hombres encapuchados 
me agarraron, le dispararon a la moto y me montaron a un vehículo, 
cubriéndome el rostro para que no viera hacia dónde nos dirigíamos. Eran 
muchas personas, casi todas vestían uniformes de militares, polícias y de 
las guardias privadas de Miguel Facussé. Arrancaron el vehículo y 
manejaron aproximadamente unos 40 minutos en dirección de Trujillo. 
Llegamos a un lugar aislado, me metieron a una bodega y comenzaron a 
hacerme muchas preguntas. 
*-¿Qué querían saber?* 
-Si teníamos armas, de dónde salían las informaciones que se subían a 
internet y qué cantidad de campesinos estaban organizados. Tenían muchas 
fotos mías y de otras personas. Se veía que estaban bien organizados y que 
el operativo había sido minuciosamente preparado. 
* 
-¿Cuándo fue que te golpearon?* 
-Fue el domingo 9 por la tarde. Me levantaron y me enseñaron una mesa donde 
tenían herramientas de tortura. Comenzaron a hablar entre ellos. Decían: 
¿qué vamos a hacer primero? ¿Le vamos a arrancar una uña o lo vamos a 
quemar? Después comenzaron a golpearme en la cara, me quemaron el pelo, me 
decían que me iban a hechar gasolina en la cabeza y que me iban a quemar. 
Me golpearon en la espalda con un tolete. Había varios extranjeros. Algunos 
hablaban en inglés, mientras que otros hablaban un idioma que no logré 
entender. 
*-¿Cómo fue que lograste escapar?* 
-En la noche del domingo me sacaron de la bodega y fuimos caminando en la 
oscuridad. Logré escuchar una conversación en la que decían que por el 
momento la orden era de no matarme, así que me animé. Subimos a un cerro y 
como no estaba amarrado, aproveché la oscuridad para comenzar a correr 
entrando a un bosque que estaba cerca. Los hombres me persiguieron 
disparando, pero logré esconderme. Corrí y caminé por mucho tiempo hasta 
que encontré a alguien que me ayudó y me pude comunicar con los 
compañeros. 
*-¿Cuál crees que ha sido el objetivo de este secuestro?* 
-Estamos en una lucha contra de los terratenientes. Sabemos que nuestros 
enemigos son Miguel Facussé, René Morales y Reinaldo Canales, y que el 
gobierno está a favor de ellos y no del pueblo. El departamento ha sido 
militarizado dos veces y sabemos que van a usar cualquier instrumento para 
acabar con nuestra lucha. Tenían fotos y mucha información sobre nuestras 
organizaciones y sus integrantes. Quieren intimidarnos. 
* 
-Tu secuestro ha generado una fuerte corriente de solidaridad y de denuncia 
a nivel nacional e internacional. ¿Crees que de alguna manera contribuyó a 
detener la mano homicida de tus secuestradores?* 
-Ellos estaban preocupados por la presión a nivel nacional e internacional. 
Estaban monitoreando las noticias por internet y por radio, y es por eso que 
el domingo decidieron trasladarme a otro lugar. Creo también que toda esta 
presión contribuyó a que no me pasara algo más grave. Agradezco 
infinitamente a todas las personas y organizaciones nacionales e 
internacionales que se han movilizado, así como a los medios que han 
denunciado mi secuestro. 
La lucha siempre sigue. No me voy a detener, más bien hay que seguir con 
más fuerza. Tenemos que mantenernos unidos, porque sólo de esa manera 
podemos sacar adelante a nuestro país. No aceptamos el golpe de Estado y 
nunca lo aceptaremos, aunque nos maten. Nunca voy a dejar la lucha. Mejor 
la muerte que la traición.
 
 
